Tácticas Militares en Época Medieval (I)

Para iniciar el primer post de este blog, podréis leer un articulo que desgrana en tres partes, las tácticas militares utilizadas por los ejércitos (europeos) en la época medieval.

Para dicho artículo he decidido centrarme en tres cuerpos del ejercito que todo el mundo conoce, como son infantería, caballería i artillería. Otros cuerpos tan importantes como intendencia o comunicaciones no son tratados, pero en un futuro podrían incluirse.

Las Tácticas Militares de la Infantería en la Época Medieval 

En la Edad Media, la táctica de los soldados de infantería consistía básicamente en acercarse al enemigo y descargar hachazos. Los guerreros contaban con su fuerza y ferocidad para imponerse ante el enemigo.

El ascenso de los caballeros colocó temporalmente a la infantería en un segundo plano, principalmente porque no existía una infantería bien disciplinada e instruida, capaz de oponer cierta resistencia a la poderosa caballería

La infantería experimentó un resurgimiento en aquellas zonas que carecían de condiciones para formar tropas de caballería pesada, por ejemplo, en los países de relieve accidentado como Suiza y Escocia, y en las ciudades en pendiente. Debido a la necesidad, éstas encontraron formas de organizar ejércitos eficaces que incluían muy poca o ninguna caballería.; descubrieron que los caballos no cargarían contra una barrera de estacas afiladas o de puntiagudas lanzas y explotaron este filón. Una formación disciplinada de lanceros podía detener a la élite de la caballería pesada de los nobles y naciones de mayor poder, y todo ello, por una mínima parte del coste que suponía una fuerza de caballería pesada.

Los sajones y los vikingos desarrollaron una postura defensiva llamada “el muro de escudos”. Los hombres se colocaban de forma contigua y juntaban sus largos escudos para así formar una barrera que les servía para protegerse de los arqueros y de la caballería, de los cuales carecía su ejército.

Una de las formaciones contra caballería mas conocidas, fue la formación schiltron, que consistía en un círculo de lanceros, que los escoceses comenzaron a emplear durante las guerras de independencia, producidas hacia finales del siglo XIII y demostró ser una formación defensiva muy eficaz contra la hasta entonces poderosa caballería inglesa.

Otra de las formaciones eficaces fue la utilizada por los suizos, los cuales adquirieron gran renombre en la lucha de picas. Estos revivieron la falange griega y llegaron a adquirir una gran pericia combatiendo con largas armas de palo formando un escuadrón de piqueros: cuatro filas exteriores sujetaban las picas a una altura similar, apuntando algo hacia abajo. Como consecuencia, se originaba una barrera eficaz contra la caballería, puesto que las filas de la retaguardia usaban armas de palo acuchillado para hacer frente a los enemigos que se aproximaban. Los suizos estaban entrenados hasta tal punto que eran capaces de moverse en formación con relativa rapidez; convirtiendo una formación defensiva en una fuerza de ataque de igual eficacia.

La respuesta frente a los compactos grupos de piqueros era la artillería, que rompía las filas de estas densas formaciones. Combatían también con pericia a los piqueros mediante espadachines con rodelas. Se trataba de hombres ligeramente armados que podían penetrar entre las picas y luchar eficazmente con sus cortas armas. Su defensa era un pequeño y manejable escudo.

 Al final de la Edad Media, los españoles fueron también los primeros en experimentar combinando en una misma formación a piqueros, espadachines y pistoleros. El resultado fue la creación de los archiconocidos y temidos tercios españoles; una eficaz formación capaz de enfrentarse a las distintas armas en varios terrenos, tanto en la defensa como en el ataque.